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El MeCSa desarrolla diferentes técnicas profesionales para llevar a cabo las funciones museales y particularmente las que conciernen a la gestión de las colecciones patrimoniales: la preservación, la conservación preventiva, la investigación y la exposición.

La museografía se refiere al símbolo práctico o aplicado de la museología, es decir el conjunto de métodos desarrollados para efectuar las funciones de los museos,  incluyendo diseño y montaje, la conservación, seguridad e investigación. El profesional encargado de la propuesta museográfica se le denomina museógrafo, esta persona debe tomar en cuenta el programa científico y  la gestión de colecciones. Debe tener conocimiento de las técnicas de conservación de los objetos y su inventario, ubicar en escena los contenidos, planteando un discurso que contenga mediaciones adicionales capaces de ayudar a la interpretación del público.

En su propuesta museográfica, el MeCSa  aborda temas sobre la creación e historia de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba y el Hospital-escuela universitario «Hospital Nacional de Clínicas«, la trayectoria de médicos destacados de dicha institución y el desarrollo de las especialidades médicas, entre otros.

Conservación

La conservación es una disciplina profesional con carácter interdisciplinario, desarrolla continuamente criterios, metodologías, acciones y medidas que tienen como objetivo la salvaguarda del patrimonio cultural tangible, asegurando su accesibilidad,​ prolongando y manteniendo el mayor tiempo posible sin deterioro los materiales que constituyen la pieza, los valores que se les atribuyen y convierten al objeto en patrimonio cultural. Estas medidas y acciones deben respetar su autenticidad, el significado y las propiedades físicas del bien cultural, así como el valor documental, los signos del tiempo y las transformaciones propias de los materiales cuando no pongan en riesgo al objeto.​

La conservación está dividida en tres campos de acción: la conservación preventiva o indirecta, la conservación curativa o directa y la restauración.

Conservación preventiva o indirecta

Consiste en todas aquellas medidas, políticas y acciones que tengan como objetivo evitar, retardar o minimizar futuros deterioros o pérdidas en el patrimonio cultural. Estas acciones se realizan sobre el contexto (las causas del deterioro) o el área circundante al bien, o más frecuentemente un grupo de bienes, sin tener en cuenta su edad o condición. Estas medidas y acciones son indirectas, es decir, no interfieren con los materiales y las estructuras de los objetos, no modifican su apariencia, busca que la restauración y la conservación curativa o directa no sean la primera opción de conservación.​ La conservación preventiva es considerada como sistema de mayor eficacia para promover la preservación a largo plazo de los ​bienes culturales.​ Algunos ejemplos son: iluminación, control de humedad relativa, control de temperatura, registro, embalaje, planes y manejo de riesgos.

Conservación curativa o directa

La conservación curativa, directa o activa son todas aquellas acciones aplicadas de manera directa sobre un bien o un grupo de bienes culturales que tengan como objetivo detener los procesos dañinos presentes o reforzar su estructura (efectos y deterioros estructurales). Estas acciones sólo se realizan cuando los bienes se encuentran en un estado de fragilidad notable o se están deteriorando a un ritmo elevado, por lo que podrían perderse en un tiempo relativamente breve. Estas acciones a veces modifican el aspecto de los bienes, su finalidad es dar un mayor tiempo de vida al objeto sin perder las propiedades que lo definen como patrimonio cultural y que experimente la menor cantidad posible de alteraciones.​ Entre estas actividades se encuentran: consolidación, eliminación de productos de corrosión, desalinización, desacidificación, desinfestación.​ También limpieza mecánica y fisicoquímica, reentelado, fijado, por mencionar algunos.


Restauración

La restauración hace referencia a todas aquellas acciones aplicadas de manera directa a un bien individual y estable, que tengan como objetivo facilitar su apreciación, comprensión y uso (efectos estéticos y a sus valores). Estas acciones sólo se realizan cuando el bien ha perdido una parte de su significado o función a través de una alteración o un deterioro pasados. En la mayoría de los casos, estas acciones modifican el aspecto del bien, buscan devolver al objeto su significado, y preservarlo para el futuro. Ejemplos: Reintegración cromática, unión de fragmentos, corrección de deformaciones, por mencionar algunos.​